El grupo de trabajo internacional sTradES, que forma parte de las investigaciones de síntesis sDiv, ha desarrollado un nuevo enfoque para cuantificar la dependencia del comercio internacional y las llamadas contribuciones de la naturaleza a las personas.
El grupo de investigación sTradES, perteneciente a la red internacional de trabajo de síntesis sDiv, ha desarrollado un protocolo que permite cuantificar la dependencia del comercio internacional y las llamadas contribuciones de la Naturaleza a las personas, – las Nature’s contributions to people (NCPs), en inglés-. Con este nuevo método, publicado en la revista People and Nature, los investigadores esperan mejorar los conocimientos sobre la compleja relación entre la naturaleza y el comercio internacional.
Los seres humanos dependen de la naturaleza, que proporciona servicios ecosistémicos esenciales, como agua limpia, alimentos y diversas materias primas; regula el clima y ofrece espacio para una amplia gama de actividades recreativas. Todos estos beneficios son las llamadas contribuciones de la Naturaleza a las personas.
En un mundo globalizado, los consumidores están cada vez más desconectados de las NCP, ya que muchos productos cotidianos se fabrican en lugares lejanos. Los productos agrícolas, en particular, dependen en gran medida de las NCP, que a su vez se ven afectadas por las actividades y decisiones humanas, como el uso y la gestión de la tierra. Pero, ¿cómo se relaciona exactamente el comercio internacional con los NCP y cómo puede hacerse más tangible y comparable este vínculo? Gracias a un equipo internacional dirigido por el centro de síntesis sDiv del German Centre for Integrative Biodiversity Research (iDiv), se ha desarrollado un protocolo para ayudar a cuantificar la dependencia del comercio internacional de las NCP. Para ello, el equipo investigador analizó distintos estudios sobre productos comercializados internacionalmente y la contribución de la naturaleza a estos productos. “Este trabajo es uno de los primeros en examinar explícitamente la relación entre las NCP y el comercio agrícola internacional”, afirma la primera autora, Alexandra Marques, investigadora principal de PBL Netherlands Environmental Assessment Agency, un aspecto que “no se estudia ni cuantifica con frecuencia”.

La viticultura depende de las contribuciones de la naturaleza a las personas. (Imagen: Rick Baldwin / Pixabay)
Los productos cotidianos dependen de los servicios que presta la naturaleza
Alimentos como el café y el cacao no existirían sin la ayuda de los polinizadores, y muchos otros productos básicos también dependen de los diversos servicios que presta la naturaleza. Sin embargo, actualmente se dispone de pocos datos para rastrear una tableta de chocolate, por ejemplo, hasta los campos donde se cultivaron las habas de cacao. “Y es aún más complicado desentrañar qué proporción de esa tableta de chocolate es finalmente debida a los polinizadores, por no hablar de la magnitud de la contribución del hábitat de los polinizadores», explica por su parte la autora principal, Nynke Schulp, profesora asociada de la Vrije Universiteit Amsterdam.
Contribuciones culturales o basadas en valores
“Aunque se sabe cómo dependen los productos agrícolas de algunos tipos de NCP, esto es mucho menos cierto en el caso de otros tipos como los no materiales”, afirma Alexandra Marques. Las NCP culturales o no materiales incluyen los conocimientos y valores locales vinculados a un ecosistema que repercuten en los productos producidos localmente. Entre los enfoques que tienen en cuenta los NCP no materiales, figura el concepto de terroir en viticultura, es decir, la interacción del suelo, el clima, la topografía y muchos otros factores. Un sello de origen basado en el terroir -por ejemplo, en España a través de la Denominación de Origen (D.O.) o Indicación Geográfica Protegida (IGP), crea conciencia entre los consumidores de una respectiva y la distancia que ha recorrido el producto. El concepto también se reconoce cada vez más en quesos como el Cabrales, el whisky o, más recientemente, el tequila “Bat Friendly”.
Muchas piezas de un puzle que todavía no muestra la imagen completa
Analizando los estudios individuales como piezas de un rompecabezas, los investigadores llegaron a un protocolo consistente en tres etapas que, en principio, puede aplicarse a todos los productos agrícolas y de comercio internacional: 1) cartografía espacial de la oferta y la demanda de NCP; 2) vinculación de la cartografía espacial con los productos agrícolas; y 3) rastreo de los flujos comerciales internacionales. Este enfoque ya puede aplicarse a determinados productos. Por ejemplo, el equipo trabaja actualmente en la cuantificación de algunas de las dependencias relacionadas con el comercio de café y soja procedentes de Brasil.
Sin embargo, para vincular los NCP con un número aún mayor de productos agrícolas, los investigadores necesitan datos transparentes sobre los respectivos flujos comerciales y las regiones donde se producen y consumen estos bienes. “En principio, el estado actual de la tecnología puede resolver este cuello de botella, por ejemplo, mediante imágenes por satélite, inteligencia artificial y gran potencia de cálculo”, afirma Nynke Schulp. “El reto reside ahora en los derechos de propiedad de los datos y la privacidad. Para ello se necesitan marcos jurídicos adecuados”.
Con su nuevo planteamiento, el equipo investigador espera mejorar los conocimientos sobre la compleja relación entre la naturaleza y el comercio internacional, contribuyendo así a las evaluaciones de la biodiversidad y a la labor de la Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services (IPBES) y otros organismos.
Una mejor comprensión de las dependencias de las NCP en los distintos procesos de producción también contribuirá a la aplicación de la Meta 15 del Marco Mundial de la Biodiversidad de Kunming-Montreal, que exige a las empresas divulgar y evaluar sus dependencias de la naturaleza. “Estamos muy contentos de poder fomentar la colaboración mundial entre científico/as puntero/as en nuestro centro internacional de síntesis iDiv, y evaluar cómo afecta el comercio agrícola a la biodiversidad en países lejanos”, afirma la profesora Dra. Aletta Bonn, jefa del departamento Biodiversity and People en iDiv, Helmholtz Centre for Environmental Research (UFZ) y Friedrich-Schiller University Jena.
Este estudio ha sido financiado, entre otros, por la German Research Foundation (DFG; FZT-118). Es resultado del grupo de trabajo de síntesis sTradES de sDiv. El centro de síntesis sDiv de iDiv apoya las reuniones de grupos de trabajo en los que investigadores internacionales colaboran en torno a cuestiones científicas.
Marques, A., Bonn, A., Castro, A. J., Chaudhary, A., Felipe-Lucia, M. R., Kastner, T., Koellner, T., Lancker, K., Lopez Hoffman, L., Meyer, C., Pfister, S., Rabeschini, G., Willemen, L., & Schulp, C. J. E. (2024). The role of nature’s contributions to people in sustaining international trade of agricultural products. People and Nature. DOI: 10.1002/pan3.10607
Acceso a resumen del artículo en inglés aquí.